martes, 4 de junio de 2019

Cuento: La máscara del loro



Fuente: Antonio Prado (Museo MALI, Lima).
El viejo Erasmo, como todos los amaneceres, permanecía parado bajo el umbral del zaguán de su casa, con rostro pétreo y sin dar ningún atisbo de vitalidad, su figura lerda y encorvada por el peso de los años, en los últimos meses, se había acentuado. El recuerdo de los hijos ausentes y la soledad de una vejez confinada en un villorio de los andes ayacuchanos corroían su estado de ánimo. Con el alba, la lluvia menguaba lentamente, después del diluvio de la víspera. Pero nada inmutaba a Don Erasmo, que aún sentía el eco del concierto de truenos y rayos de la inusual tormenta para esta época del año. Los charcos y aniegos cubrían gran parte de su huerta que aun llegaba hasta el cerco de la casa de barro. Sigilosamente Doña Macedonia, su fiel compañera, se había aproximado a su lado para hacerle compañía.
Pukacha nos anuncia un mensaje— le dijo en voz baja a Macedonia. Pronto será navidad y estoy seguro que él hubiese querido danzar en la fiesta del pueblo; por eso, hasta su perro «chuspi» no cesaba de aullar toda la noche. —Murmuró Erasmo dirigiéndole una mirada inexpresiva—.
¡Sigo pensando que tuviste la culpa! si tan solo le hubieras negado el permiso, Pukacha estaría con nosotros sentenció Macedonia.
Lo sé, pero igual se hubiese ido ¿quién mejor que tú para saber lo difícil que era controlarlo?, desde pequeño Pukacha siempre fue muy especial y rebelde. Habrá que mandarle hacer un responso aprovechando la venida del párroco que oficiará la misa de gallo— Afirmó con voz entrecortada Erasmo.
El tiempo es como una golondrina, aletea por acá y por allá, luego desaparece a toda velocidad. Mira ya ha transcurrido un año desde que «Pukacha» nos dejó para siempre— mencionó una sentida Macedonia.
Debe estar con su hermanita Jacinta, anhelando bailar junto a los danzantes de tijeras y las «payas»— retrucó Erasmo mirando al cielo.
El viejo Erasmo, en el fondo de su corazón, maldijo el instante en que Pukacha, el único hijo, decidió escalar el cerro Hatunruna y todo para sacar pichones agusanados de loros. Por coincidencia, en ese instante una bandada de estas bulliciosas aves sobrevolaba su casa-huerta, impregnada a esa hora de la mañana, con un delicioso aroma a tierra húmeda, a fragancia de duraznos y guindas maduros.
Erasmo, como una retrospectiva del cinema de la vida, empezó a recordar las andanzas de Pukacha; como aquella oportunidad en la que jugando con fuego redujo a cenizas el trigal, lista para la cosecha, de su vecino Zacarías, o la vez que desató y quemó las tranqueras que habían colocado el hacendado Víctor Morales, en el camino que conducía desde la quebrada de Cerro Blanco al río Cachimayo. A todos los comuneros reunidos les arengó mencionando que el río pertenecía a todos, un bien de la comunidad que no tenía dueño. Desde entonces, a nuestro hijo Gabriel empezaron a llamarlo «pukacha»«pukacha». Este muchacho de grande será  un «terruco» vaticinaban los moradores.
Los comuneros de Macachacra recordaban, con satisfacción, el día en que Pukacha arrojó el cadáver de un perro putrefacto a la casa-hacienda de los Morales, cuando se celebraba una fiesta pomposa por el cumpleaños del hacendado. Todos sus invitados, con el Alcalde y Gobernador a la cabeza salieron raudamente de la casa, incapaces de contenerse ante el hedor que emanaba el animal, dejando regado sobre la mesa la opípara pachamanca que había mandado preparar el hacendado.
También entre nostálgico y ameno evocó aquel domingo, cuando infestó de pulgas y piques, contenidos en estiércol de caballo, las aulas y el patio de la única escuela fiscal del pueblo. Al día siguiente, cuando la profesora ordenó a los escasos y lánguidos alumnos a formar en el patio para entonar el Himno Nacional del Perú, los bichos comenzaron a actuar y todos empezaron a dar unos saltitos y rascarse por todo el cuerpo. El acto solemne y marcial con que debía iniciarse la semana escolar, se convirtió en un festival de zapateo y contorsión. Pukacha y sus amigos, trepados en el eucalipto colindante a la escuela, festejaban a mandíbula batiente la escena.
¡Erasmo! Pukacha era bueno y trabajador no te burles de élreplicó Macedonia evocando su etapa de madre complaciente.
¡Claro que tenía buen corazón! por eso cuando sus amigos dieron la noticia que Pukacha había caído al despeñadero más profundo del Hatunruna, todo el pueblo anduvo triste y desconsolado, mucho más que cuando los terrucos degollaron en plena plaza de Macachacra al gobernador.
Pukacha siempre estará allí, sentado sobre su «piedra filosofal» como lo había bautizado a aquella inmensa roca amarillenta enclavada, como una isla, en medio de los maizales, a la que todos temían, porque creían que era el tapón que cubría la entrada de la catacumba donde estaban enterrados los «gentiles» de la vieja cultura Wari; por eso, después de cada aguacero, desde su base salía una estela de vapor amarillenta, como la flor de retama, emanando un intenso olor sulfúreo. Los campesinos evitaban todo contacto, en las faenas de siembra y cosecha ningún peón se atrevía siquiera a rodearlo, sobre todo desde aquel día en que junto a la piedra amanecieron muertos los mellizos Páucar, que borrachos tuvieron el infortunio de quedarse dormidos junto a la mole. Cuando los encontraron los cadáveres tenían la boca llena de espuma y el cuerpo enrojecido, como si hubiesen sufrido una insolación. Desde entonces, los adultos amenazaban a sus hijos con los hechizos de la «piedra filosofal» si se portaban mal, y los críos medrosos creaban un sinfín de historias, que iban desde que los «gentiles» se alimentaban de niños hasta la prohibición de no señalar con el dedo la piedra a costa de sufrir pesadillas. El único inmune a todo, era Pukacha, que gastaba sus horas sentado sobre ella, sin sentir ningún efecto, lo que acrecentaba su fama en el pueblo.
Mañana es la víspera de navidad y los mayordomos están organizando una gran fiesta que durará tres días. Los vecinos hablan que van a traer danzantes de Puquio, entre ellos a  "Jorichaqui", los que lo vieron señalan que ese tiene un pacto con el diablo porque hace pruebas, come sapos y hasta baila sobre un arpa. Habrá que comprobarlo sentenció Erasmo al tiempo que daba por concluida la conversación con Macedonia.
La proximidad de la navidad había mejorado el clima de Macachacra, las tempestades de los últimos días quedaron en recuerdos. Las estelas de humo que emanaban las casas del pueblo, era una señal que sus ocupantes se encontraban en ella, saboreando un delicioso ponche de leche y maní; sin duda, en marzo habría abundante cosecha.
A lo lejos, por los angostos y serpenteantes caminos que llegaban y salían del pueblo, se podía apreciar el ir y venir de los muchachos, disfrazados de «machus» haciendo tintinar sus sonajas, ataviados con máscaras multicolores, ponchos blancos, con seguridad más de uno los había confeccionado con la única sábana de la casa.
El gran secreto que tenían que resguardar los «machus» era su propia identidad, una cuestión de honor. Si era descubierto terminaba la fiesta para el pobre y la burla de sus amigos y vecinos se prolongaba por varios días; por eso, los muchachos se disfrazaban de «machus» en medio de los maizales o en algún paraje secreto, siempre fuera del pueblo y lejos de las miradas curiosas. Los más experimentados, asistían a la fiesta premunidos con máscaras de repuesto, no podían correr el riesgo de ser desenmascarados por las muchachas, a las que enamoraban y manoseaban amparados en la seguridad que otorga una careta, pero al menor descuido la complacencia de ellas terminaba en arrancarles la máscara.
Don Erasmo y su esposa lucían acicalados y llevaban ropa festiva y antes de abandonar la casa leyó por enésima vez, la escueta carta que había recibido hacía algunos días:
“Señor Erasmo Cabrera, el Departamento de Autopsias del Hospital Regional de Huanta, Perú, le comunica que ha recibido de la Capital de la República, el informe final de la autopsia practicada a su hijo, llegando a la conclusión que su muerte fue traumatismo múltiple y leucemia linfocítica crónica. Asimismo, se ha encontrado presencia de dosis de radiación en la sangre de la víctima, probablemente alguna fuente de un mineral radiactivo.”
¡Por fin Erasmo lo entendía todo! a Pukacha le fallaron las fuerzas en la trepada al Hatunruna, por culpa de su piedra filosofal. La radiación le había minado la sangre.
La plaza del pueblo lucía repleta y bulliciosa, los mayordomos tenían familiares en la capital de la provincia y en Lima, por eso estaban presentes muchos huantinos. La fiesta estaba en pleno apogeo, el contrapunto de los danzantes al compás del arpa y violín eran cada vez más frenéticos. Los «machus» se habían polarizado de acuerdo con la simpatía a sus danzantes favoritos y a la atención recibida por los mayordomos, acompañaban los cánticos haciendo sonar sus sonajas rítmicamente. En eso, los ancianos notaron que, en medio de la multitud, destacaba un pequeño «machu» que mostraba una gran destreza al bailar. Don Erasmo, de cuando en cuando sentía su mirada penetrante, sin atreverse a hacer él lo propio.
Macedonia ¿Has notado cómo nos mira ese pequeño «machu» que lleva puesta una máscara de loro? preguntó Erasmo.
¿Quiénes serán sus padres? baila incansablemente y no está fastidiando a las muchachas como los otros «machus»replicó Macedonia en el instante que su perro «chuspi» empezó a mover la cola y aullar. Cállate, cállate «chuspi», perro malcriado, repetía enérgica Macedonia.
Cuando el danzante “Jorichaqui” extasiado realizaba su mayor prueba, la de engullirse un par de sapos, el pequeño «machu» logró ubicarse junto a los ancianos y en silencio comenzó a observar el festín. Los esposos empezaron a sentir una emoción de profunda tristeza, los ojos de ambos se nublaron de lágrimas y sin poder articular palabra alguna empezaron a transpirar un frío intenso, que por momentos, se tornaba en una placentera calidez, cuando el pequeño «machu» les dirigía su mirada. Antes que culminara la prueba, el «machu» de la máscara de loro se escabulló. Recién Erasmo pudo balbucear: ¡Vieja!...vamonos a casa porque me siento mal.
Los esposos transitaban el camino de regreso en absoluto silencio, al pasar por la puerta del cementerio vieron, sobre la cruz de la tumba de Pukacha, colgada la máscara de loro; entonces, Erasmo con voz temblorosa le dijo a Macedonia, su fiel compañera ¡Pukacha ha estado con nosotros! Volvió por última vez para bailar en navidad. Seguro que ellos tampoco llegarían a la próxima navidad.




lunes, 19 de agosto de 2013

Uranio de Macusani...la oportunidad perdida

Hace algunos días el diario económico Gestión (15-08-2013) publicó que la empresa de capitales canadienses Macusani Yellow Inc. incrementó en un 167 % las reservas de óxido de uranio (U3O8) reportadas durante los hallazgos iniciales. Estas reservas se encuentran en la zona de Macusani (Puno) y la cifra actualizada de uranio disponible bordea las 47.86 millones de toneladas, con una ley de 253 ppm (partes por millón) de uranio. Esta buena noticia tiene varias aristas de análisis. En primer lugar, confirma la gran capacidad y formación de los especialistas peruanos, que en las décadas de los años 70 y 80, laborando en el Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), recorrieron palmo a palmo todo el territorio nacional para realizar la prospección del uranio; algunas veces, premunidos solo con instrumental básico como los contadores Geiger–Müller. El grupo de la división de Materias Primas hizo importantes hallazgos en varias zonas del país, la más importante ubicada en la Región de Puno al que denominaron el “Distrito Uranífero de Macusani”, con unas reservas probadas de 10,000 TM de U3O8. En ese entonces, los minerales radiactivos (uranio y torio) eran considerados estratégicos y su explotación estaba reservada exclusivamente a favor del Estado a través del IPEN (Decreto Ley N° 23112). En segundo lugar, en la década de los años 80, con el uranio natural extraído de Macusani, los ingenieros peruanos comenzaron a incursionar en la metalurgía del uranio, obteniendo -a nivel de laboratorio- concentrados de uranio llamado “yellow cake”. De este modo el país incursionaba a la primera fase del Ciclo del Combustible Nuclear. Por esos años, comparativamente estábamos por encima de Chile en el dominio de esta tecnología, pero las reformas y la política neoliberal de Fujimori en el sector minero cambiaron las reglas de juego, quitándose la exclusividad al Estado en el manejo de los minerales radiactivos; entonces, se desactivó y desmantelaron los laboratorios de Materias Primas del IPEN, los geólogos e ingenieros fueron a parar a la calle. Todo lo avanzado y el conocimiento adquirido quedaron a fojas cero. El corolario es que en la actualidad Chile fabrica sus propios elementos combustibles para sus reactores de investigación y el Perú las tiene que adquirir a precio de mercado, bajo condiciones de salvaguardia. En la explotación del uranio hay exigencias muy estrictas que cumplir, no solo desde el punto de vista de la protección radiológica al personal ocupacionalmente expuesto, sino también al medioambiente. Eso esperamos en la minería del uranio.



"Aunque parezca extraño, el uranio es un mineral relativamente abundante en la tierra: 800 veces más que el oro y 40 veces más que la plata. Sin embargo, su concentración es muy baja, entre 2 a 4 gramos/ton. Para que la explotación comercial sea rentable debe superar los 0,05 % de uranio y esta se consigue solo en las minas".

viernes, 2 de agosto de 2013

La “Declaración de Bonn”


                                                       Fotografía: Creative Commons License (www.flickr.com)

A fines del año 2012 el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) con el patrocinio del Gobierno de Alemania, a través del Ministerio Federal de Medioambiente, Conservación de la Naturaleza y Seguridad Nuclear, organizaron la “Conferencia Internacional sobre la Protección Radiológica en Medicina”. Más de 530 científicos de 77 países identificaron las principales cuestiones, responsabilidades y propuestas sobre protección radiológica en la práctica médica.

El resultado del evento fue la suscripción de una declaración mundial llamado “Bonn Call-for-Action”, que recomienda 10 acciones concretas para ser desarrolladas hasta el año 2023, con el objetivo de reforzar la protección radiológica de los pacientes y la salud de los trabajadores ocupacionalmente expuestos; lograr el mayor beneficio con el menor riesgo posible; ayudar a la plena integración de la protección radiológica en los sistemas de atención de salud; ayudar a mejorar la relación beneficio/riesgo; el diálogo con los pacientes y el público y; mejorar la seguridad y calidad de los procedimientos radiológicos en la medicina.

Una de las principales aplicaciones pacíficas de la energía nuclear es en el campo médico, especialmente para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades oncológicas. El Perú desde la  década de los año 60 ha impulsado la medicina nuclear a través de un sostenido programa de introducción y promoción de la técnica por parte del Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN), no solo en los aspectos de producción de radiofármacos, sino en la capacitación de personal médico, mantenimiento de instrumental científico y la creación de centros regionales de medicina nuclear. El IPEN hasta el año 2011 mantenía un centro de medicina nuclear en un local adyacente al Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) y desde su fundación —hace 25 años— más de un cuarto de millón de pacientes, especialmente de los estratos más pobres han sido atendidos en sus laboratorios con estudios médicos de avanzada, salvando innumerables vidas. Lamentablemente, este programa inclusivo en favor de la población menos favorecida ha sido desactivado por intereses subalternos de las autoridades de salud.

A la fecha el auge de la medicina nuclear sigue imparable, solo en los últimos cinco años (2007-2012) se ha duplicado la importación de equipos e instrumental para la especialidad y con la inauguración del ciclotrón que se construye en el Hospital Negreiros del Callao, la medicina nuclear peruana pasará a ligas mayores. Por esa razón, es importante que las instituciones médicas, encabezadas por el IPEN, tomen en cuenta las acciones que recomienda la “Declaración de Bonn”, orientado a mejorar la práctica médica asegurando y mejorando los procedimientos médicos, especialmente el de las imágenes, aplicando principios como el de la justificación, auditoria, optimización, seguridad y fortalecimiento de la educación en protección radiológica. Asimismo, la promoción de una agenda para la investigación estratégica en protección contra las radiaciones en la medicina; mejorar la información global sobre las exposiciones médicas y ocupacionales; mejorar la prevención de incidentes y accidentes de radiación médica; fortalecer la cultura de la seguridad radiológica en el cuidado de la salud y fortalecer la puesta en práctica de requisitos de seguridad a nivel mundial.

Los gobiernos deben establecer políticas y una normativa que promueva y garantice el uso seguro de las radiaciones en medicina nuclear. La ejecución de las acciones que recomienda la  “Declaración de Bonn” no contempla la creación de organismos reguladores.

viernes, 23 de noviembre de 2012

Diciembre, mes de navidad, regalos, panetones y quemados


En unos días más el almanaque nos señalará diciembre, mes de recogimiento esperado por niños y adultos; sin embargo, como todos los años la temporada no estará exenta de accidentes, mutilaciones y quemaduras provocadas por los juegos pirotécnicos. Los peruanisimos “rata blanca”, “calaverón”, “binladen” o “mata suegra”, que se comercializan libremente y parecen más cartuchos de dinamita que dispositivos de pirotecnia ocasionaran, seguramente, lesiones en los niños, sus principales víctimas.

En esta época del año ¿Quién no recuerda el incendio ocurrido el 29 de diciembre de 2001 en la meca de los pirotécnicos: “Mesa redonda” y que ocasionó, según datos oficiales, la muerte de 277 personas?, cifra que queda corta porque el estimado real de victimas fue superior a las 500 personas y cientos de heridos con quemaduras de tercer y cuarto grado.

Pocas personas, tal vez solo los médicos y familiares de los sobrevivientes pueden dar fe que salvaron sus vidas, curaron las quemaduras y mitigaron el dolor de las heridas gracias al Banco de Tejidos del Instituto de Salud del Niño desarrollado con tecnología nuclear, un ejemplo exitoso de innovación y transferencia tecnológica del Instituto Peruano de Energía Nuclear (IPEN) en favor de la sociedad.

Esta apasionante historia merece ser conocida por los peruanos. Corría el año de 1995, Fujimori había logrado su reelección venciendo a Javier Pérez de Cuellar, la dictadura arreciaba y el slogan de “Honestidad, Trabajo y Tecnología” sonaba a burla para la comunidad científica. En el Centro Nuclear RACSO los pocos investigadores que se resistían a abandonarla por el escaso apoyo gubernamental, buscaban con más ahínco que nunca la cooperación internacional para seguir subsistiendo. En ese contexto, un grupo de investigadores del IPEN liderado por la Dra. Emma Castro presentan al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) un proyecto de cooperación técnica para crear en el país un banco de tejidos, con la finalidad de elaborar materiales para implantes e injertos radioesterilizados con radiación gamma.

Meses después el IPEN involucra en el proyecto al Instituto de Salud del Niño, que acredita como contraparte a la Dra. Rosa Guerzoni Chambergo, una profesional de primer nivel que se convierte en la figura clave para el éxito del banco de tejidos. Un breve alto aquí, una mañana tuve el privilegio de conocer a la Dra. Guerzoni en su diario venir al IPEN, a veces acarreando ella misma los insumos o equipos, sencilla y amable, solía usar en su conversación algo que no es común en los científicos, el verbo y la palabra exacta para cada cosa o definición, sin duda una investigadora brillante.

Desde el año 1998 el Banco de Tejidos comenzó a producir los apósitos y tejidos radioesterilizados de calidad clínica, simultáneamente el material empezó a utilizarse en el tratamiento de los pacientes quemados salvando muchas vidas. El proyecto era un éxito y el banco de tejidos un boom, el tesón de los investigadores nacionales, el equipamiento, capacitación, misiones de expertos, etc. la consolidaron rápidamente.
¿Qué es un banco de tejidos?
Podemos señalar que es un establecimiento donde se colectan, procesan, almacenan y distribuyen tejidos vivos o no vivos que serán usados para injertos en pacientes humanos, bajo estrictos parámetros clínicos de calidad y asepsia.
La obtención de los tejidos radioesterilizados, generalmente se inicia en una granja porcina, cuando un médico veterinario selecciona los cerdos, las sacrifica y retira su piel. Luego el material es trasladado a un laboratorio especial para su limpieza, desinfección y corte en tiras de acuerdo con estrictos procedimientos para apósitos de piel. Posteriormente, las tiras son tratadas e incubadas en soluciones de glicerol (alcohol hidroxilo) a una concentración y temperatura determinada. Los investigadores toman un cuidado durante la fase de envasado y para controlar la contaminación microbiológica del aire utilizan equipos especiales, como la campana de flujo laminar. A continuación, el material empacado es esterilizado usando radiación gamma (para esta tarea se utiliza un equipo gammacell que usa fuentes de cobalto) a una dosis mínima de 25 kGy que es la dosis recomendada por el OIEA y empleada en los bancos de tejidos de todo el mundo. Finalmente, el material radioesterilizado se almacena en un banco de tejidos en refrigeración. El procedimiento descrito resulta sencillo, pero no es así, porque la Dra. Emma Castro y su equipo no solo tuvieron que validar la dosis recomendada, sino llevar a cabo estrictos procedimientos y ensayos para las pruebas de esterilidad.
Cuando se produjo el incendio de Mesa Redonda, como mencionamos en un párrafo  anterior, el Banco de Tejidos del Instituto de Salud del Niño del Hospital ya se encontraba en funcionamiento, pero la gran cantidad de heridos evacuados a distintos hospitales hizo colapsar la capacidad del banco debido al requerimiento del material; por esa razón, se tuvo que establecer un programa de emergencia para la producción de los apósitos biológicos de piel de cerdo las 24 horas del día, para salvar más vidas.

Una apostilla final trágica: La Dra. Rosa Guerzoni, quien tanto luchó y entregó parte de su vida para la consecución y éxito del Banco de Tejidos, meses antes del incendio de Mesa Redonda y como una jugarreta del destino falleció a consecuencia de la implosión y graves quemaduras que recibió en un accidente en su casa. La ciencia y tecnología para salvar vidas a la que tanto apostó, no pudieron salvarla a ella. En su memoria la instalación se denomina  Banco de Tejidos Rosa Guerzoni Chambergo (BTRGC). Alguien hace poco escribió, en un medio local, una nota donde empezaba haciéndole una pregunta a un taxista “llévame a la calle Rosa Guerzoni”, no obtuvo respuesta porque la calle no existe, no hay reconocimiento alguno para el científico, solo las gracias de los pacientes y el recuerdo de sus colegas.

sábado, 25 de agosto de 2012

La escasez de agua e hidrología isotópica


Desde hace años un sector importante de la comunidad científica demanda cambios y una modernización de los institutos científicos, especialmente los agrupados en el Sistema Nacional de Ciencia y Tecnología (SINACYT), para que respondan rápidamente a la solución de las necesidades del país.
Si bien es cierto que estas instituciones trabajan en base a lineamientos y planes nacionales e institucionales estratégicos, su estructura carece de la flexibilidad necesaria para involucrarse en la solución de los problemas nacionales más acuciantes que van surgiendo cada tanto. Por ejemplo, en el caso del proyecto minero Conga la reacción de las instituciones científicas para dar respuestas técnicas fue nula. Otro caso, el 19 de agosto 2012 el diario El Comercio publicó una extensa nota con opinión de dos altos expertos en agua bajo el epígrafe “Ante la sobreexplotación de los acuíferos de Ica: ¿Cuáles son las medidas más adecuadas para evitar la escasez de agua”, situación que puede generalizarse a casi todas las regiones de la costa peruana. En el artículo solicitaban urgentemente realizar estudios para identificar los puntos para la recarga del acuífero de la región, la única solución inmediata a la escasez de agua que hace peligrar la sostenibilidad de la actividad agroexportadora de Ica.
Es en este contexto donde se identifica a la hidrología isotópica como una herramienta científica accesible para la búsqueda de una solución viable. La hidrología isotópica es una tecnología aplicable en  la investigación para un amplio espectro de problemas hidrológicos de los recursos de agua y estudios ambientales relacionados, mediante ella se puede determinar los parámetros hidrogeológicos, las zonas de recarga y descarga, la estimación del volumen o “colchones” de agua subterránea, también la relación entre los acuíferos y las aguas superficiales, etc.
El hombre desde hace más de un siglo viene utilizando las aguas subterráneas como una fuente de abastecimiento para uso doméstico o agrícola, complementando o sustituyendo a las aguas superficiales, cada vez más escasas o contaminadas. Sin embargo, en varias regiones del mundo la calidad y disponibilidad de las aguas subterráneas ha ido disminuyendo, contaminándose o salinizándose.
Los investigadores para caracterizar o determinar el comportamiento de los ciclos hidrológicos emplean los isótopos ambientales, los mismos que pueden ser estables o radiactivos, algunos se encuentran en estado natural o pueden ser producidos artificialmente por el hombre. Los isótopos estables más comunes son el deuterio y oxígeno-18 y los isótopos radiactivos el tritio y carbono-14, estos dos últimos isótopos naturalmente son producidos por la radiación cósmica. Las explosiones atómicas durante la segunda guerra mundial y los cientos de ensayos atómicos que realizaron hasta la década de los años 70 han incrementado el inventario de estos isótopos en la atmósfera.
Uno de los isótopos de singular importancia es el tritio que tiene un período de semidesintegración de 12,34 años (Cada 12 años se desintegra la mitad de los núcleos de una muestra inicial). Entonces, el fallout radiactivo acumulado en la atmósfera producto de los ensayos nucleares que se ha precipitado en forma de lluvia está distribuido en casi toda la superficie de la tierra y permanece en el subsuelo. Por esa razón, los investigadores prestan especial atención a la medición del Tritio para determinar las recargas recientes de los acuíferos y aguas subterráneas. El principio es sencillo: si una muestra de agua subterránea contiene una cantidad significativa de Tritio es una señal que el agua se ha recargado en las últimas décadas.
En la hidrología isotópica los investigadores también utilizan otros isótopos radiactivos como trazadores para identificar las filtraciones en diques, medición del caudal y dirección de las aguas subterráneas, etc., siendo uno de ellos el caso del nitrógeno-15.
Estudios hidrológicos usando esta tecnología ya se han realizado en los países de la Región de Latinoamérica con asistencia del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), inclusive en el Perú entre los años 2000-2005 se hicieron investigaciones del Acuífero Binacional Zarumilla (Ecuador y Perú) y el Acuífero del Alto Piura. Queda replicarla para la región Ica.

                                       (Foto: IAEA)

lunes, 18 de junio de 2012

El radón: Durmiendo con el “enemigo”

En nuestro medio sigue el boom de la construcción, y si usted ya tiene el dinero para la cuota inicial o ha aplicado a un crédito hipotecario para cumplir el sueño de la casa propia ¿qué es lo primero que hace? Seguramente acudirá a la SUNARP para averiguar algunos datos de la propiedad, debe estar saneada y sin gravámenes o hipoteca, pero como usted es muy acucioso y no quiere problemas, también irá al municipio de la zona y averiguará si el inmueble cuenta con planos o tiene la información de los detalles de la construcción, sobre todo si el bien es antiguo. Hasta aquí, para nuestro medio, usted actuó correctamente, pero  sabe ¿cómo proceden en situaciones similares los compradores de otras ciudades, especialmente norteamericanos y europeos? Ellos adicionalmente exigen que la vivienda cuente con un certificado negativo de emisión de radón?, y ¿qué es eso? Lo veremos luego.
Hace un par de semanas falleció el padre septuagenario de un amigo a causa de un cáncer de pulmón. Mi amigo muy abatido señalaba que su papá no era fumador. Descartado el tabaquismo solo quedaba inferir que la causa del carcinoma de pulmón podría haber sido debido a alguna sustancia cancerígena o a un factor genético. Cuando me contó que en sus años mozos había trabajado en un campamento minero de la sierra central, no pude dejar de pensar nuevamente en el radón. A continuación enlazo ambos párrafos.

¿Entonces qué es el radón?, es un gas radiactivo de origen natural que emite partículas alfa y se forma a partir de la desintegración del elemento radio, que a su vez se origina de la desintegración del uranio, ambos elementos químicos se encuentran en pequeñas cantidades en toda la superficie terrestre. El radón suele acumularse principalmente en ambientes cerrados como casas y edificios con sótanos, socavones de las minas, locales públicos que permanecen cerrados como museos, iglesias, etc. Cuando una persona la  inhala fracciones muy pequeñas de radón puede depositarse y permanecer en los pulmones. Las partículas alfa que emite constantemente durante su vida media (3,8 días) en su camino de desintegración hacia otros elementos como el plomo, bismuto y polonio, causan daño al tejido circundante; adicionalmente, sus “descendientes” (plomo bismuto y polonio) se disuelven en el torrente sanguíneo y pueden desplazarse hacia otros órganos.
Sabemos que a nivel mundial el cáncer de pulmón constituye la neoplasia más frecuente en cuanto a incidencia y mortalidad en varones, solo en los Estados Unidos y Europa se presentan más de un millón de casos nuevos anualmente. En nuestro país, de acuerdo con los reportes del INEN hay una incidencia de 10,24 casos por cada cien mil habitantes, vale decir un promedio de 837 casos nuevos por año. De esa cifra global, en los Estados Unidos y Europa la inhalación del gas radón, específicamente el Radón-222, representa la segunda causa principal de cáncer pulmonar, solo después del tabaquismo. En el Perú, no hay una estadística sobre la incidencia de cáncer de pulmón debido a la inhalación del radón, porque las instituciones científicas y médicas no han realizado los estudios correspondientes, ni siquiera se cuenta con una línea base o zonas con mayor emisión de radón.
El radón se encuentra en la superficie, rocas, sedimentos y agua, sube de la tierra al aire por difusión o arrastre y puede fluir hacia el interior de una vivienda a través grietas, agujeros en los cimientos o mediante el agua de pozos. También la compresión que sufre la superficie durante los sismos puede transportarlas; hay diversas investigaciones que utilizan la medición de la presencia del radón para la predicción de sismos intensos, tal como ocurrió en la localidad de Haicheng (China) donde se pronosticó con gran precisión la ocurrencia de un terremoto el año 1975.
¿Cuáles son las medidas para neutralizar la emisión de radón?
La solución es simple y está a la mano de todos: basta con aumentar la ventilación de los ambientes, en las viviendas  mantener las ventanas abiertas y mejorar la estanqueidad de las paredes y pisos. También es de mucha utilidad la medición de emanación de radón, que se hace con equipos portátiles, para tener la información de los lugares. Muchos países han emprendido una serie de regulaciones para la protección del radón, por ejemplo en los Estados Unidos, la Agencia de Protección del Mediaoambiente (EPA) ha establecido una guía para el manejo de las emisiones de radón en las viviendas  y recomiendan hacer la prueba de detección del radón en áreas que estén por debajo del tercer piso en todas las viviendas.
El Perú cuenta con instituciones y científicos capacitados para realizar los estudios, solo falta que las autoridades y el colectivo tomen conciencia del peligro real del radón. 

miércoles, 13 de junio de 2012

Samario para el dolor humano

En días pasados, de manera recurrente, los medios dieron cuenta el hecho de que el presidente venezolano Hugo Chávez estaba recibiendo una sustancia opiácea, cien veces más efectiva que la morfina, para tratar el dolor que le produce la metástasis ósea, el fentanilo. Hasta aquí la noticia.
El fentanilo es un medicamento analgésico y anestésico que se caracteriza por su efecto casi inmediato, pero de corta duración (una a dos horas) y que tiene muchos efectos adversos, y por supuesto, los costos son prohibitivos para personas con bajos ingresos.
Entonces, surge la pregunta de rigor para nuestro medio ¿cómo calmar el sufrimiento y dolor de los pacientes más pobres que tienen derecho a una calidad de vida digna en la etapa terminal de su existencia?
En el Perú, para nuestra sorpresa, y más específicamente en el Centro Nuclear RACSO, desde hace años se elabora el Dolosam, que es un radiofármaco formado a partir del ácido Etilen Diamino Tetrametilenfosfónico (EDTMP) marcado con el  radioisótopo Samario-153 y que se emplea para el tratamiento paliativo del dolor en pacientes con metástasis ósea. La administración se realiza por vías endovenosa y el paciente presenta una mejoría generalmente al cabo de 48 horas y una sola dosis tiene una duración de hasta 6 meses. La diferencia de costos frente a las sustancias opiáceas no tiene punto de comparación, una botella de gaseosa de tres litros cuesta más que un 1 mCi de Dolosam. La institución científica que la produce, el IPEN, no la elabora con fines de lucro, sino como una contribución del Estado para mejorar la salud y calidad de vida de la población enferma.

Sin embargo, y a pesar de las bondades del medicamento aún hay resistencia, en algún sector de la comunidad médica, para usarla masivamente. También las grandes transnacionales de la industria farmacéutica, que elaboran sus productos a base del opio y derivados sintéticos a precios exorbitantes, tienen intereses comerciales y no ven con ojos de un buen samaritano un producto  elaborado por una institución científica nacional.

Cuento: La máscara del loro

Fuente: Antonio Prado (Museo MALI, Lima). El viejo Erasmo, como todos los amaneceres, permanecía parado bajo el umbral del zaguá...